jueves, 31 de julio de 2008
Fantasma de Pinochet complica al Gobierno en el caso del ex fiscal Podlech
Un baúl de sueños asesinado en Arica. Enviado por Juana Aguilera Jaramillo.
¡Vamos chic@s a votar!. Por Claudio Denegri Quintana y Rosa Gutiérrez Silva.
Para el Blogs del Liceo, Te quiero pedir que nos apoyes en un asunto:
- Ocurre que aquí están desarrollándose distintas iniciativas con motivo de la proximidad del Bicentenario del nacimiento de la Republica, y una de ellas la ha lanzado Televisión Nacional, llamando a elegir a los diez grandes chilenos de este periodo.
- El resultado de ese concurso fue sorprendente, porque las diez figuras mas votadas por la gente fueron solo personas progresistas, entre las que están Allende, Víctor Jara, Violeta, Neruda, G. Mistral, Manuel Rodríguez, Lautaro y otros que no recuerdo en este momento.
- Ahora se esta desarrollando la segunda etapa, en la que las personas deben elegir a uno entre los diez, y la derecha ha iniciado una campaña llamando a votar por Arturo Prat (quien en todo caso también fue un hombre progresista para su tiempo), para evitar que el elegido sea Salvador Allende, que va segundo.
- ¿Te imagina lo que significaría que Allende, en el año del centenario de su natalicio, resulte el ganador y por tanto símbolo de las actividades del bicentenario? Seria sin duda, una forma notable de hacer justicia
Bueno, la idea es que llames a tus amig@s * a votar (http://www.grandeschilenos.cl/).
Ojo, se puede votar más de una vez al día por persona.(Hasta 3 o 10)**
Lee la letra chica en esa página.
Un gran abrazo,
Claudio Denegri Quintana y se suma Rosa Gutiérrez Silva (Qué lindo juntos nuevamente codo a codo, como en los mil dias°
Extracto de mi respuesta un histórico camarada y actual amigo.
Mi vida no fue una castañuela y además que sabés que trabajo en derechos humanos.
Me encanta seguir desafiando los sistemas a través de lo alternativo, incluso en français.Pregúntale a Pedro Alejandro Matta como conseguimos las firmas en Europa, para el monumento por los Desaparecidos y tenia solo dos años en la vieja Europa.
Sigo siendo la combativa Rosa con años más, y achaques normales, pero con mi cabeza fresca y clara.
¡¡¡ Me encantaría votar por todos una vez, pero la sangre tira y la osadía también de refregárselo a la sociedad pacata y chicata y me sale el indio chileno y argentino!!!
¡VAMOS ALLENDE TODAVIA, HAREMOS JUSTICIA!
31 DE JULIO 2008
AGREGADOS Y SUBRAYADOS DE ROSA
* Envíaselo en una cadena a tus amigas y amigos con copia oculta.
**tus amig@s y otras yerbas: ( Entiéndase bien: amig@s, aminovi@s compañer@s , amant@s , camarad@s y ex de to@s....)
***(Hasta 3 o 10)** POR DIA PERO CON CUIDADO NO MAS
domingo, 6 de julio de 2008
Salvador Allende G., Sergio Vusckovic R. y Valparaíso.Por Nelson Muñoz Mera y enviado por Danitça Vuscovich.
- Valparaíso durante la Unidad Popular "En su gobierno hubo un preocupación especial por el puerto, el Presidente se encargaba personalmente que así fuese, desarrolló obras en la educación, lo mas significativo fue la nueva construcción del Liceo Eduardo de la Barra; las obras de instalación de agua, alcantarillado y luz eléctrica en los diversos cerros del puerto; la edificación del hospital Van Buren y un sinnúmero de obras y acciones en materias de orden político, administrativo y social", recuerda Vuskovic. "Él estaba orgulloso de las obras del puerto; se emocionó al momento de inaugurar "El parque del Pueblo Lenin", con una casa comunitaria, tres piscinas y áreas verdes, que estaban abiertas a la gente de los cerros. Luego de ese acto me comentó con firmeza: ‘Sergio, te aseguro que el 76 me presentaré como candidato a senador por Valparaíso’. Se le salía el alma porteña, tal como él lo reconocía", rememora.
- Vuskovic mantuvo una larga amistad con Allende, esta se cultivó en el plano político y personal. En muchas ocasiones el Presidente estuvo en la casa de Sergio Vuskovic; incluso compartieron fiestas de fin de año con Hortensia Bussi, además de prolongadas comidas en medio de las campañas políticas. Durante su mandato, Vuskovic era invitado con su esposa al palacio del Cerro Castillo donde las opiniones políticas diversas se cruzaban en los salones. En ocasiones, el alcalde y el Presidente iban a un restaurant en Viña llamado "El Turco Talip", donde él siempre pedía carne a la olla, ensaladas y una botella de vino."Solíamos hablar durante horas de variados temas, él quería siempre saber lo que ocurría en los diversos ámbitos del quehacer regional, estaba siempre preocupado por la ciudad por la cual sentía mucha admiración, particularmente porque siempre obtuvo una alta votación. Por ejemplo, el año 70, la votación favoreció a Allende dejando atrás a Radomiro Tomic por 36 mil votos de diferencia, él se sentía porteño y estaba permanentemente reconociendo el apoyo brindado por sus seguidores", cuenta. Debilidades de Allende "Es verdad que tenía sus preferencias al momento de estar aquí en el puerto. Los erizos y los locos mayos eran su debilidad, siempre pedía esa entrada y luego el caldillo de congrio o pescado frito.
- Pese a que siempre le invitaban a comer a casa de dirigentes, el prefería ‘las picadas’. Las encontraba más auténticas y se rodeaba de gente que lo saludaba en las mesas; los garzones y los dueños se sacaban fotos con él", recuerda Vuskovic. En muchas ocasiones, Allende señalaba: "cada vez que vengo no me puedo perder las calugas de pescado del loco Raúl", un pescador que tenía un restaurante frente a la Caleta El Membrillo. A la llegada, Raúl Quezada saludaba a su clientela de un modo muy agradable. En ocasiones, Pablo Neruda también le acompañaba en estas incursiones culinarias que duraban largas horas de conversaciones. "Saliéndose de todo protocolo, lo que preocupaba a la seguridad, Allende acudía a los lugares que ya había conocido. Por ejemplo iba al local ‘Los guatones Ochoa’, ubicado en el barrio chino del puerto; sus dueños, un matrimonio y su hijo, eran notoriamente gorditos y preparaban el pescado y los mariscos de una manera muy sabrosa. Allí llegábamos, junto al Presidente,Armando Barrientos , alcalde de Viña; Armando Giudice, abogado y masón, uno de sus amigos más antiguos en la zona; dos amigos médicos (uno de ellos Humberto Casalli), Luis Guastavino, que fue regidor y diputado; y Gloria Fernández, de la Cámara de Comercio, entre otros". "Luego de los almuerzos en medio de las campañas, él pedía un sillón o una cama para dormir la siesta, que no perdonaba nunca. Debo enfatizar que nunca pasaba más de tres copas de vino tinto, y luego por la noche se tomaba un wisky, hubo toda una historia torcida acuñada por la dictadura sobre el tema". "En muchas ocasiones, íbamos a celebrar los actos en el "Club Valparaíso" de plaza Aníbal Pinto. Su amplitud permitía realizar los actos en medio de los comedores. Lo mismo ocurría con los encuentros en el Hotel Prat, profesionales, comerciantes e industriales de la zona se reunían en actos políticos, con discursos y comida". Vamos a ver a Neruda Vuskovic recuerda que una mañana del 72, luego de inaugurar unas viviendas en uno de los cerros de Valparaíso, el Presidente lo llamó para un lado y le pidió que lo acompañara a ver a Neruda.
- "Casi inmediatamente de confirmar por radio que éste se encontraba en casa, nos dirigimos al helicóptero y llegamos casi a mediodía a su casa. En la casa del poeta nos recibió Matilde. Pablo estaba sentado en el sillón frente a un ventanal, con corbata y terno; se sentía un poco enfermo, lo que no impidió compartir un vino tinto especial que mandó a buscar. Unas empanaditas de mariscos y otros picadillos permitieron un grato encuentro entre grandes conversadores por excelencia, fue la ultima vez que les vi juntos, ambos se respetaban y apreciaban notoriamente, se tenían gran confianza", relata.
- En su casa oficina con vista al mar, Vuskovic evoca a Allende en medio de libros y recuerdos "una persona muy conversadora y agradable; hablaba de cualquier tema, sin prepotencia. Sabía escuchar a la gente, que le rodeaba; su educación y conocimiento le hacían merecedor de un gran respeto. Siempre supo ganarse la admiración de ateos, católicos, independientes, pastores evangélicos, masones, independientes y, en general, de todos los partidos. Llamaba la atención el cariño que la gente sentía por él, siempre profundo y reflexivo"
- El interés por Valparaíso y la amistad con Vuskovic permitían una línea directa entre ambos. Los llamados desde La Moneda eran motivados por saber opiniones políticas o qué pasaba en el puerto, saber de qué manera se avanzaba en los proyectos desarrollados en beneficio de los habitantes de los cerros. En otros momentos, la amistad tendía alguna invitación para que el alcalde y su esposa, Elena Villanueva, le apoyaran en las actividades generadas por la invitación de niños de diversos colegios a pasar sus vacaciones en el cerro Castillo y así probar la comida preparada por el mayordomo de la Armada que frecuentemente le traía a Allende una fuente de mariscos.
- El regalo que nunca recibió Allende. "Todos sabían de su afición por las corbatas, -esa es una corbata presidencial-, sentenciaba Allende a Vuskovic. Este hizo el comentario a un amigo común y dueño de una textil, Elías Maluk, cónsul de Siria, quien se comprometió a regalarle al Presidente una docena de corbatas con diseños exclusivos.
- El 8 de agosto de 1973 se inauguraba "La Feria del Mar". Allende no pudo asistir y en su representación lo hizo la Tencha. Al querer entregarle a ella las corbatas, me indicó, eres tú quien personalmente debe hacerlo"
- . Por más de 30 años, este ex alcalde porteño ha guardado con celo y silencio las corbatas que representan un nostálgico recuerdo.
- Sólo dos de ellas ha regalado: durante su exilio en Italia, a un profesor de la universidad de Bologna; y otra al porteño Federico Raby.